martes, 13 de marzo de 2012

QUINTA ETAPA Bucle 2 Merzouga


Son las 11 de la mañana y comienza la quinta etapa. Por culpa de ser el dorsal dos mil y pico nos toca salir tarde. Es lo peor un día que vamos a encontrar arena, ya que seguro que habrá atasco en los pasos complicados, y si por lo que sea hay una avería, llegas al campamento a las mil. A los pocos kilómetros de salir empieza lo divertido, con un sinfín de coches estancados. Por lo menos se están abriendo alternativas para no tener que esperar, así que con la tontería estamos adelantando. Hemos pegado un bote considerable, y sin querer, de una patada, hemos roto el soporte de la radio. (La cinta americana nos está dando la vida, unos pegotes y a escuchar motxila21, que craks estos tíos!)


La mañana va avanzando sin contratiempos, y estamos disfrutando como enanos. De momento avanzamos sin quedarnos, aunque se nota que el recorrido es más complicado que el día anterior. Al atravesar una zona de arenas empiezan los problemas. Vamos siguiendo a un coche para coger la ruta buena, pero se queda en la arena y claro, tenemos que frenar para no pegarle por detrás. Nos hemos parado en el peor sitio, sin inercia y con bastante arena. A nuestro alrededor unos diez coches en la arena. Nos bajamos para pensar por donde vamos a salir, y desatascamos el coche. Cogemos carrerilla y volvemos a salir lanzados y pasar todo el tramo. Vuelve a ser una gozada. 


Hemos salido tarde, pero hemos adelantado a muchos coches. Sin embargo, parece que cuando soltamos el acelerador se escucha un golpe por el motor. (Trata de arrancarlos Carlos!)  Vamos dándole vueltas al tema e intuimos que es algo de la caja de cambios. El coche cambia bien de marcha, y decidimos continuar en marchas largas y a buen ritmo, cambiando lo menos posible. Cada vez son más fuertes los golpes, pero hay que llegar como sea. Nos perdemos un poco, pero sin hacer caso a los papeles y mirando a la duna mayor vamos en dirección al campamento por fuera de camino. Por fin llegamos, y directos a la zona de mecánicos.


Explicamos con muchas dificultades los problemas del coche, y enseguida nos comentan que es el silent block. Nos ponemos directamente con ello, y en un rato solucionamos el problema. Mientras vamos picando patatas y chocolatinas, que son las 5 y media y no hemos comido. (Estamos por comernos un camello, que esto ya no es normal!) A todo esto, por el camino hemos roto un faro, aunque no lo hemos perdido. 


Por fin nos reunimos con los compañeros valencianos, pero todavía toca acabar de revisar bien el coche, que mañana es la etapa maratón y debe de estar perfecto. Nos hemos saltado la inspección técnica, que es obligatoria para la salida de mañana, pero el plan es colarse como si no hubiese pasado nada. Cenamos algo rápido y para la cama, estamos destrozados, pero con ganas, mañana comienza la etapa más especial. (Tenemos la espalda como para planchar camisas…) Dejaremos las dunas de Merzouga, una de las zonas más bonitas que hemos visto en nuestra vida. Habrá que volver…


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